martes, 25 de enero de 2011

Que lástima pero adiós!

Pasan los días y en cada uno de ellos, cada vez destacan más la gente hipócrita y falsa. Yo no sé cómo hay gente que se hace llamar amiga, que hace una cosa a las espaldas y después actúa como si nada hubiera pasado.
¿Dónde está la conciencia? Se les perdió por el camino del egoísmo, de pensar única y exclusivamente en uno mismo y en lo que le apetece.. ¡Qué asco! Si hay que vivir en una sociedad donde crees que puedes confiar en alguien y de repente, zás, te la juega... Yo me despido, me voy. No está bien salir corriendo, huir, lo sé, pero mejor eso que seguir engañada o peor aún, hacer como si nada y que vuelva a ocurrir.

Ojalá yo fuese capaz de abrir los ojos al a gente a la que algún día aprecié pero no puedo, pues prefiere confiar en aquellas que le fallan antes que en las que, al menos, si lo hacen mal se lo digan a la cara, sin ocultarlo, diciendo la verdad. Ese es el coste de la oportunidad ¿no? El valor de la mejor opción rechazada.
Si prefiere eso pues bueno, es su elección, pero yo, la próxima vez que algo le pase, estaré lejos para sacarle del hoyo de nuevo. Ojalá encuentre a otras que en esa posible ocasión estén.. y que tengan suerte de que a ellas, esta vez, las haga caso. Yo me quedo con que lo intenté; no me gusta rendirme, es más lo odio, no soporto la gente que se da por vencida a la primera que algo no le sale, pero tampoco me gusta que me den la espalda cada vez que tiendo la mano. NO, eso no lo aguanto.

Lo siento, pero yo de esta partida ya me retiro.
                                                                                      ADIÓS.