domingo, 18 de noviembre de 2012

MEMOIRES DU BURKINA XX

Sábado 14 Julio:
Son las 7 a.m; nos duchamos y vestimos, desayunamos rápidamente un café sólo con un terrón de azúcar y nos preparamos para, después de una semana bastante movidita, conocer un poco más los alrededores de este magnífico país. Vamos a ir a Lorèpeni y Kampty; son más o menos unos 45 km en moto sólo de ida, pero menos mal que aunque fuera tierra, estaba muy seca y no se hizo tan pesado o costoso como para ir a Ouataradou.
Pensábamos que donde ibamos se llamaba Europoni, porque bueno si lo escuchas decir "Lorèpeni" sin haberlo visto escrito suena tal cual, asi que cuando vimos el cartel con el nombre del pueblo nos reímos mucho y Didier nos miraba extrañado como si nos hubieramos vuelto locos Andoni y yo.

Pues bien, paramos a poner aceite porque las cadenas de la moto de Didier sonaban realmente mal y nos dirigimos a ver las "Ruinas de Lorèpeni" que son patrimonio de la Unesco. Nos las muestra un guía y nos explica lo que fueron hace ya varios siglos, en el s.XVI, más específicamente entre los siglos XIV y  XVII; aún había restos de aquello, además de un muro de unos seis metros de piedra y barro, quedaban compartimentos en el donde las mujeres vivían, hierro que buscaban y labraban, pero lo que observamos es que incluso para esas cosas les queda mucho por trabajar y de nuevo volvimos a experimentar la lentitud con la que trabajan.



De repente Didier se acordó que estábamos cerca de un poblado con una tribu muy famosa, la tribu Gan. Por lo que nos llevó a visitar las tumbas de sus reyes pasados. Una mujer hizo de guía y nos fue explicando lo que caracterizó a su rey hasta llegar al que tenían ahora, el cual nos permitió tener una cita con él. Estuvimos hablando un mini rato con el, no podíamos mirarle a la cara, estábamos a unos casi 15 metros de él y hablaba muy poco pero fue todo un honor poder conocerle en su palacio. Aquí os dejo una foto que nos permitió hacer. Fue una gran experiencia, sobre todo cuando nos enteramos de que esta tribu a pesar de estar dentro de Burkina, como están alejados de cualquier centro urbano, no están muy al corriente de las normas y obligaciones instauradas por le gobierno burkinabe por lo que siguen las reglas establecidas por el rey Gan, estando al margen de la justicia burkinabe común. Son mas de 60.000 los pertenecientes a esta tribu, impresionante!








Tras hacer fotos, salimos de las ruinas y fuimos a tomar una coca-cola, estábamos exhaustos y hacía calor, mucho calor. Cuando nos pusimos en camino dirección Kampty, Didier comenzó a encontrar mal del estómago pero dijo que no quería parar, que continuásemos .
Después de 19 km más, llegamos a Kampty, Didier tiene que ver a un amigo para algo relacionado con los campos de cultivo que la asociación tiene en Sansana para los habitantes de ahí, no entiendo aún muy bien el lenguaje de la agricultura pero creo que se trataba de fumigadores para evitar que los insectos se coman la cosecha, pero aun no estoy muy segura y no tengo diccionario para comprobarlo en ese momento pero por el contexto lo dedujimos Andoni y yo. Fuimos a casa del hombre y nos informa de la situación de los fumigadores y de sus solicitudes. Además Didier nos había llevado a Kampty para que vieramos unas estatuas típicas de ese pueblo pero el señor nos informa de que por desgracia no estan así que, tras un rato hablando con el amigo de Didier nos ponemos en marcha de vuelta a Gaoua. Son las 15 horas y nos quedan unos 50 km en moto, pero esta vez sí, es por terreno asfaltado así que se hace más sencillo y aprovechamos para hacer fotografías y disfrutar de la velocidad, del solo y calor y  del bonito paisaje que nos depara el camino: montañas, lagos, baobabs, tribus... Pura belleza africana.







A las 17 horas llegamos a casa y como no habíamos comido nada desde el café de por la mañana, estamos realmente hambrientos por lo que nos ponemos a cocinar. Descansamos, nos duchamos, vestimos y cenamos porque hoy vamos a ir a la discoteca de Gaoua a ver cómo los habitantes de esta ciudad disfrutan de la noche y de su poco tiempo libre.
Al principio como no había mucha gente, tomamos una cerveza en el "PP" y vino un amigo de Didier que iba a salir con nosotros; les preguntamos si dentro se podían pedir copas y nos dijeron que en la discoteca sólo vendían cervezas o bebidas gaseosas o sin alcohol y que si se quería alcohol tenías que ir al supermercado y meterlo dentro de la "Boîte". Cogimos una botella de Ron para todos y nos metimos dentro. La música era francesa y africana pero casi del estilo house, muy gracioso e interesante, al final las modas llegan hasta los confines de la tierra.
Lo pasamos realmente bien bailando y conociendo gente aunque cuando se acercaban y nos hablaban demasiado Didier y su amigo, como si se tratara de nuestros hermanos mayores protectores, nos alejaban de ellos.
A las 2.30 am volvimos a casa tras cerrar la discoteca, despedirnos del amigo y su novia.

Había sido un gran día, estábamos cansados y sabíamos que el día siguiente ibamos a poder dormir lo que quisiéramos porque es domingo, y la mayor parte, salvo comerciantes, no trabaja.