sábado, 5 de febrero de 2011

Un esfuerzo sinceramente inútil.

Hay veces que por más que quieres una cosa, y te esfuerces por conseguirlo, es imposible obtenerlo.
Entonces yo me pregunto, ¿merece la pena luchar por ello, continuar?
No me gusta que, si deseo una cosa, me den pie a que pueda tenerlo y después lo nieguen.. es como enseñarle un caramelo a un niño, y comértelo tú delante de él.. La única diferencia: el se pone a llorar de rabia y tu de decepción, de impotencia, de ver como esa utopía cada vez lo es más..
Creo que no es bueno rendirse, obviamente hay que ser constante y esperanzado, porque de hecho, la esperanza es lo último que se pierde, o al menos eso dicen.. Pero en cierto casos.. creo que es mejor que te digan directamente que no, para no llevarte una decepción más grande, un palo mucho mayor, que muchas noches te ha dejado sin dormir, creándote una angustia que en el fondo no ha servido para nada. Las verdades duelen, pero se afrontan mucho más rápido que si te engañan y te enteras después de un tiempo.

No sé, pero no creo que sirve de nada seguir intentando algo que todo el mundo menos tú sabe que no vas a conseguir por mucho que trabajes, te muevas o luches, que todo eso que has realizado se quedará en el olvido, y aunque te haya costado sudor y lágrimas nadie, salvo tú o ni eso lo valorará..