viernes, 29 de abril de 2011

LUNA NUEVA.

Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo. Su mano ardía sobre la piel de mi rostro.Sabía que allí no había otra cosa que nostalgia y tristeza.
No quería despedirme, por breve que llegara a ser la separación.
Al principio su rostro fue un reflejo del mio, pero luegom sin que ninguno de los dos desviara la mirada, su expresión cambió..
Me soltó y alzó la otra mano para acariciarme la mejilla con las yemas de los dedos y terminar descendíendo hasta la mandíbula.Noté el temblor de sus dedos, aunque en esta ocasión no era a causa de la ira.
Colocó la palma de su mano sobre mi mejill, de modo que mi rostro quedó atrapado entre sus manos abrasadoras.
suspiró.. me quedé helada.
No! aún no había tomado una decisión al respecto.No sabía si era capaz de hacerlo, y ahora no tenía tiempo para pensar, pero hubiera sido una necia si hubiera pensado que un rechazo en ese momento no iba a tener consecuencias.
A su vez, también yo clavé en él mi mirada.No era él,no podía serlo. Su rostro era el de siempre.Yo le amabva de verdad en muchos sentidos.
Era mi consuelo, mi puerto segur, y en ese momento preciso yo podía elegir que me perteneciese.
Por el momento, la persona a la que amaba de verdad se había marchado para siempre.
El príncipe no iba a regresar para despertarme de mi letargo mágico con un beso. Al fin y al cabo, tampoco yo era una princesa, por lo que..cuál era el protocólo de los cuentos de hadas para estos casos?. Acaso la gente corriente no necesitaba romper ningún conjuro?..
Tal vez sería fácil, algo así como cuando sostenía su mano o me rodeaba con sus brazos. Quizá sería agradable.Quizá no me diera la impresión de estar traicionandole.
Además.. a quién traicionaba en realidad? Sólo a mi misma..
Sin apartar sus ojos de los mios.. comenzó a inclinar el rostro hacia mí, pero yo todavía no habñia tomado ninguna decisión...