miércoles, 8 de agosto de 2012

MEMOIRES DU BURKINA V

Dia 29 junio:
Comienza el dia con lluvia pero estoy mejor, o eso creo.
Didier aun no ha llegado, fue ayer a ver a un amigo y aun no ha regresado. Estoy preocupada. Le oigo llegar.
Me explica que no tenía las llaves ayer cuando vino a casa, que estaba cerrado y no podía entrar; asi que, ha dormido en casa de un amigo. Le pido disculpas por haber cerrado la puerta, no sabiamos que no llevaba llaves pero bueno, nos disculpamos muchas veces.
Me he levantado con mucha hambre, preparo pan tumaca que habia en la nevera y le ofrezco a Didier, pero me dice que no, que se encuentra mal. Aun sigue con la malaria. Me pregunto cuando se va a dignar a tomar medicamentos de verdad y no esa porqueria de medicina alternativa y magica que se supone que le da su familia, solo le hace prolongar la enfermedad en silencio pero sin quitarla.
Hago el desayuno a Andoni y también a mi.
Cafe y tostadas con aceite sal y tomate. Recuerdos del mediterráneo, de España nos inundan, nos ponemos algo nostálgicos y eso solo nos proporciona ganas de continuar.
Si deja de llover podremos salir sino no. Por ahora ha parado pero tiene que secar un poco el suelo para así poder poner en marcha nuestro 3er día efectivo en Gaoua.

Tras una siesta pequeña, nos pusimos a abrir los cofres con las cosas que la asociación recolectó para los niños de Sansana ( material escolar, equipajes deportivos, gafas...) y mientras estábamos haciendo eso, el inspector de educación vino a vernos. Estuvimos hablando con el, le dimos las las gracias por el informe tan favorable que hizo sobre las cosas realizadas por la asociacion a Sansana.  Era muy amable, y se veía que estaba bien con nosotros porque sacaba distintos temas para alargar el encuentro.
Una vez se marchó continuamos ordenando los diferentes objetos. Andoni y Didier fueron a buscar las motos que estaban lavándose. Y tras un rato escuchando música y después de ducharnos, Monsieur Sib nos llamó para salir a cenar con él. Quedamos en "PP (POULET ET POISSON)", donde habiamos tenido la experiencia del pescado. Al parecer es el mejor bar o uno de los mejores bares de todo Gaoua. Estuvimos tomando unas brakinas y pidieron patatas fritas y pollo. Estaba muy bueno pero aun no nos acostumbrabamos a eso de comer con las manos, es tan raro! Siempre traen agua con un cubo para lavarnos las manos antes y despues de comer. Cuando ya estábamos más que servidos, trajeron pescado, y para no hacer un feo comimos pero estábamos llenisimos y encima ahora era un pescado para unas 6 personas y todo con la mano, la verdad un poco desagradable.
Queríamos invitarles porque alli las cosas son así, se invita pero tienes que ser rapido para hacerlo, y no nos dejaron, se empeñó monsieur Sib.
Creo que se trata de una cuestión de orgullo  sino no lo entiendo, me da rabia que paguen ellos porque no tienen mucho y que se lo gasten en nosotros no jope, no puede ser.. pero no nos dejan asi que nos damos por vencidos.

Esa noche fue mala, tuvimos muchas pesadillas y aunque dormimos bastante, el calor y el dolor de estómago no nos dejaron descansar.