miércoles, 1 de agosto de 2012

MEMOIRES DU BURKINA III

Día 27 junio:
Buenos días! Luce el sol y con él nuestra ilusión por llevar a cabo nuestra misión aqui.
Alquilamos una moto porque sino a Sansana no podemos ir; así que fuimos al mercado.
Moscas.
Ruido.
Mezcla de olores.
Eso sí, los tomates rojos rojos, tan apetecibles que llamaban a comprarlos para darles un ñisco.
Así que como no, los compramos. Cogimos también agua, zumo, spaguettis, es decir, cosas para cocinar, para poder alimentarnos bien.
Tras eso, fuimos viendo a la gente que teníamos que pagar para que continúen construyendo todo lo que están haciendo en Sansana.
Un centro de formación
profesora maternal


Monsiuer Sako, director de la empresa con la que se construye el centro de formación..

Centro de formación..

Un pozo y un chateau d'eau





Visitamos al alcalde para que supiese de nuestra presencia en Gaoua. Nos resultó muy amable y campechano. Dijo que estaba contento de que Andoni estudiara medicinay le dieron la noticia de que iba a ver operaciones; y tímidamente una sonrisa volvió a aparecerle en su cara. Es probable que aprenda, pero sobre todo que podrá ser mas consciente de las necesidades que les ocupan y que tienen para poder meter mano al asunto.


Volvimos a casa. Y a lo largo del camino todos los niños gritaban "Tubabu, Tubabu"; "Le blanc, la blanche" "Nasara" (es decir, el blanco, la blanca), te saludan, les saludas, te sonrien pero no de una manera normal, sino con una gran sonrisa blanca que llena y reconforta. Al menos a mi me hace feliz verles sonreir. Es una gran sensación.












Preparamos de nuevo comida a Didier, spaguettis, y creo que le gustaron incluso más que la  tortilla. Por la tarde nos quedamos en casa, vimos una peli y descansamos.
A la noche nos llevó a comer pescado a un restaurante, un restaurante " de los buenos aqui". Una terraza, sin luz y con musica, lo que hacia diferenciarlo de los demás. Para nuestra sorpresa, el pescado, en general la comida, tenía una pinta buenísima; sólo un inconveniente: HABÍA QUE COMER CON LAS MANOS, COMER CON LAS MANOS EL PESCADO! Nosotros ibamos cogiendolo timidamente, nos daba un poco de repelús, porque hay mucha tierra en la carretera y de ir en la moto estan sucias y unicamente de enjuagas las manos con agua que te trae la camarera.. Sin embargo, Didier, con unas ganas tremendas, no comía, devoraba: se comió la ensalada, la carne de entre las raspas y la cabeza cuando ya nosotros habiamos decidido que ya era suficiente, sobre todo porque se nos estaba revolviendo el estómago al verle comer; y fue ahi donde nos ocurrió algo inesperado, algo que nos llegó `profundo y que nos hizo sentir una lástima, tristeza y pesar que aún en Burkina, en lo que llevabamos alli no habíamos snetido: al acabar, un niño nos recogió el plato donde sólo quedaban las espinas y una parte de la cabeza; el niño se lo llevó a una esquina antes de devolver el plato y comenzó a rechupetear todo y a chupar el plato donde staba la salsa, lo hacía hambriento.
Andoni y yo no sabíamos que hacer y unas ganas inmensas de llorar nos invadieron; pero teníamos que ser fuertes, aunque no pudiéramos y nos costara tanto.

Cuando acabamos nos fuimos y el mismo niño volvió para ver si habiamos dejado algo más, algo de comida o bebida.

SILENCIO.
TRISTEZA.
SHOCK.

No teníamos ganas de hablar, sólo pensábamos en él, en aquel niño del bar.
¿Qué podríamos haber hecho? ¿Qué deberíamos haber hecho?

Llegamos a casa y nos quedamos hablando un rato con Dider hasta que nos fuimos a dormir y a reflexionar sobre lo vivido en este intenso primer dia en Gaoua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario