jueves, 7 de noviembre de 2013

c'est la distance une mauvaise chose?

Dicen que la distancia hace el olvido y que enfría las relaciones personales pero… ¿y si no fuera así?
Creo, y ahora puedo afirmar, que esa frase no es del todo cierta. La distancia puede ser el muro que separa a dos personas, pero también puede ser el puente que las una. La distancia es capaz de quitar las vendas que nos ponemos en los ojos, de limpiar las malas hierbas que surgen en las raíces de una relación. Es capaz de sacar a la luz la verdad de las personas; su mejor cara, su mejor versión. La más sincera. Puede crear esfuerzo, valor, pasión, incluso coraje; donde había vacío, miedo, oscuridad.
Todo el mundo la teme, huye de ella, la evita. Pero, en realidad, ella sólo quiere ayudar fortaleciendo lo que tenemos, mejorándolo. Es cierto que, si nos pasamos con ella, puede devolvérnosla, puede jugar en nuestra contra (en ese sentido se comporta como la mayoría de los humanos). En cambio, si la cuidas y la mimas, es difícil que te aporte algo malo y será capaz de dar lo mejor de sí misma.
Al irme al extranjero me he cruzado con ella. Al principio, la temía, me daba miedo enfrentarme a ella, pues tiene un aspecto duro a pesar de ser mujer. Sin embargo, me acerqué a ella, quise comprenderla y que, en un ejercicio de reciprocidad, ella lo hiciera conmigo.  Cuando estábamos tomando contacto, era difícil acceder a ella. Es reservada y le cuesta enseñar sus facultades, pero con el tiempo conseguimos llevarnos bien y me ha hecho ver todo lo que tengo desde otra perspectiva. He dejado en sus manos a mi familia, a mi novio, a mis amigos; en general, mi corazón, mi cariño y mis sentimientos los tiene en sus manos.
Es verdad que tengo momentos de debilidad, en los que, como en cualquier relación, la recrimino cosas: a veces no la soporto, puede conmigo, pero, después, me paro a pensar que le debo muchas cosas. Me ha ayudado a ver para quiénes estoy y quiénes están conmigo; a ver que necesito a cada persona de mi familia más de lo que yo podía pensar; que a él lo quiero y le necesito más conmigo de lo que podría esperar. En ese instante, me vuelvo a preguntar:
¿Es tan mala como la pintan?
Ella vive triste. Me ha dicho que a veces se siente sola, que nadie la quiere. Desde luego, yo no sé si llegaré a quererla. Ambas sabemos que nuestra relación es temporal; sin embargo, sé que el hecho de estar con ella me ha hecho crecer como persona, madurar y ser consciente de que me ha dado más cosas buenas que malas, y sinceramente, se lo tengo que agradecer.

La distancia solo hace el olvido si nosotros nos esforzamos porque sea así. En el caso contrario, es capaz de fortalecernos, de engrandecernos y de mejorar nuestras relaciones personales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario