jueves, 9 de junio de 2011

felices 14 pequeña.


Y crece, un año pasa, y otro.. pero qué casualidad aunque siempre nos llevemos la misma distancia, las edades se van acercando cada vez mas, lo cual me alegra.  La quiero mas que a nadie en el mundo, ella no es consciente de ello, pero pronto lo verá. Sé que ahora nuestras mentes tienen ideas diferentes de lo que, para cada una la vida es, pero estoy más que segura de que quizá no sea este año, ni el siguiente, pero pronto seremos como uña y carne. Completamente diferentes, puntos de vista opuestos, preferencias distintas, pero en el fondo llevamos lo mismo y eso es lo que vale.

FELICES 14 NATA, DISFRÚTALOS AL MÁXIMO.

te quiero.

miércoles, 8 de junio de 2011

Es verdad, cuando alguien comete un error debe de aceptarlo y pedir disculpas por ello.. Asi es que hoy me toca disculparme, quizá sea tarde o quiza no, pero lo necesito, necesito decir que lo siento, que a veces puedo ser egoísta, orgullosa y no darme cuenta de que hago daño..
Lo siento mi amor, hoy he aprendido algo nuevo.

 te quiero.

martes, 7 de junio de 2011

Vivir para contarlo.

No sólo es el hecho de darlo todo en todo momento, es sino, el comprobar que recibo lo mismo o aún más; que al menos una vez al día, siendo esta la vez que menos, siento que me miras, que me quieres, que disfrutas conmigo incluso cuando se me pone una cara de perro que ni yo sola me soporto. En lo bueno y en lo malo dicen que para eso se está, y lo reconozco, así es. Si me caigo, me das la mano para que me levante, si, en cambio eres tú el que apoyo necesita, me arrodillo, me agacho, me pongo junto a ti para que la subida no sea tan escarpada. Esto es cosa de dos, mutua, reciproca. Lo siento, lo noto, lo vivo, lo experimento, lo disfruto, lo conozco, lo se, lo bailo, lo canto, lo duermo, me duerme, lo quiero, me quiere.

  Deshojar una margarita en busca de una respuesta afirmativa que confirme que, el chico que te gusta, te quiere es cosa de tontos, sabiendo que puedes experimentarlo en vivo y en directo. ¿A quien no le gusta sentirse querida? ¿ A quien no le gusta querer y que sientan que los quieres? Es nuestro destino en la vida, es nuestro fin último, es la meta, todo lo demás son acompañantes, añadidos, adyacentes a una vida donde el amor, el querer y el sentir son lo más importante.


Quizá parezca que únicamente tengo un tema del que hablar, quizá de la sensación de que en mi cabeza no existen otras cosas.. Y tambien, quizá aparente que me gusta gritarlo a los cuatro vientos.. Y en una cosa no se equivocan, es verdad, me gusta decirlo, gritarlo, demostrarlo, me gusta que todo el mundo sepa que lo quiero, él es importante para mi, y es necesario que el resto sepan lo que en mi vida él significa.

domingo, 5 de junio de 2011

Sólo quisiera que sepas que no tengo la culpa de quererte aquí cada noche, de a veces querer arrancarte la piel a mordiscos, no tengo la culpa porqué en mi vida había tenido tantas ganas de comer a alguien a bocados. Y también quisiera que supieras las veces que he intentado frenarme, pararme los pies, estacionar en cualquier parte donde no pudiera intentar conquistarte. Pero a la vez que me frenaba, aceleraba, tanto como podía, y he perdido el control del todo, y creo sinceramente que he estado a punto de estrellarme, si es que no lo he hecho. No tengo la culpa tampoco, de decirte tanto así y luego ser incapaz de pronunciar estas palabras, lo que me cuesta respirar a tu lado, es eso, es sólo eso, miedo. Tampoco soy culpable de sentirlo. Y a veces tengo la sensación de que muero por dentro, en los silencios, por eso necesito tanto las palabras. Ya no es sólo una cosa, la que quiero que sepas, son muchas, y no sé si seré capaz de darte tanto. No sé qué viene ahora, en qué parte me he vuelto a perder... siempre seré la de los detalles, la que nunca aprende del todo, y aún así se tira al vacío. Al que creo que estoy cayendo en este momento, y a veces espero de verdad que estés allí para aguantarme, y hacerme callar. Pero si por casualidad te hubieras marchado porque tu reloj caduca a las doce, tampoco pasa nada, después de todo he aprendido a caer medio en pie, y a no regañarme tanto por no haberlo previsto. Y es esa la intensidad de la que te hablaba, no sé si quiero que venga un después, quiero ahora, y te quiero aquí cada noche.